
Lamentablemente, las emociones fuertes e insignificantes, afectan nuestro cuerpo de manera física.
Se nos cae el cabello, nos llenamos de granos en la cara, sudamos anormalmente, nos da alergia, engordamos, adelgazamos, etc.
¿Cómo poder controlar eso? es la pregunta que nos hacemos cada vez que nos vemos envueltos en ese tipo de situaciones. Creemos en el poder de la mente, y que todo pasa por la cabeza. Podemos controlar impulsos, podemos controlar emociones...podemos incluso controlar enfermedades. Porque todo pasa dentro de este minúsculo terreno de la razón. Si la fiebre no nos deja pensar fríamente, si la alergia no nos permite ponerlos panties, si rascarnos la cabeza significa perder 200 pelos a la vez...¿qué dirían si supieran que todo eso lo podemos controlar?
La verdad esa es la "pomada" que nos vende la medicina alternativa pero la verdad, a mi parecer, dista muchísimo de ese axioma. Hay cosas, que simplemente no podemos controlar por más que nosotros queramos hacerlo. No podemos y ya.
¿Cómo evitar sentir dolor de estómago cuando vez un examen en blanco en tu escritorio, cómo evitar las mariposas en tu estómago cuando se acerca tu enamorado? ¿Cómo evitar la fiebre cuando lloramos incesantemente por un ser querido que se marchó de esta tierra? Simplemente la mente nos juega una mala pasada...y se nos duerme. No reacciona a nuestras órdenes para calmar los dolores, porque lamentablemente no pasa por ella el remedio.
Dejemos que las emociones actúen en nosotros de manera natural. No las veamos a través de una lupa ni tampoco sobre un aerostático. Debemos darle la importancia que merecen a los problemas, ni más ni menos.
Así yo creo que no sufriremos tanto si cada vez las tensiones cobran su sueldo. No mezclemos emociones que ahí es donde radica nuestro mayor error. Las emociones valen por si misma, no le atribuyamos valores que no merecen.
Se nos cae el cabello, nos llenamos de granos en la cara, sudamos anormalmente, nos da alergia, engordamos, adelgazamos, etc.
¿Cómo poder controlar eso? es la pregunta que nos hacemos cada vez que nos vemos envueltos en ese tipo de situaciones. Creemos en el poder de la mente, y que todo pasa por la cabeza. Podemos controlar impulsos, podemos controlar emociones...podemos incluso controlar enfermedades. Porque todo pasa dentro de este minúsculo terreno de la razón. Si la fiebre no nos deja pensar fríamente, si la alergia no nos permite ponerlos panties, si rascarnos la cabeza significa perder 200 pelos a la vez...¿qué dirían si supieran que todo eso lo podemos controlar?
La verdad esa es la "pomada" que nos vende la medicina alternativa pero la verdad, a mi parecer, dista muchísimo de ese axioma. Hay cosas, que simplemente no podemos controlar por más que nosotros queramos hacerlo. No podemos y ya.
¿Cómo evitar sentir dolor de estómago cuando vez un examen en blanco en tu escritorio, cómo evitar las mariposas en tu estómago cuando se acerca tu enamorado? ¿Cómo evitar la fiebre cuando lloramos incesantemente por un ser querido que se marchó de esta tierra? Simplemente la mente nos juega una mala pasada...y se nos duerme. No reacciona a nuestras órdenes para calmar los dolores, porque lamentablemente no pasa por ella el remedio.
Dejemos que las emociones actúen en nosotros de manera natural. No las veamos a través de una lupa ni tampoco sobre un aerostático. Debemos darle la importancia que merecen a los problemas, ni más ni menos.
Así yo creo que no sufriremos tanto si cada vez las tensiones cobran su sueldo. No mezclemos emociones que ahí es donde radica nuestro mayor error. Las emociones valen por si misma, no le atribuyamos valores que no merecen.