lunes, 19 de octubre de 2009

El amor - Reencuentros


El tiempo sana todo. Es verdad que no se olvida, pero si hay amor de por medio, cuesta menos sobrellevar el sufrimiento del recuerdo.
Quisiera no contar mi historia, la idea no es ser autorreferente, pero me gustaría saber qué opinan sobre los reencuentros.
¿Creen en que un amor pasado, puede resurgir de las cenizas y ser igual que antes, o siempre será distinto?

Los reencuentros son inesperados o planficados, personalmente creo que son inesperados porque una fuerza externa a nosotros se encarga de unir lo que en un momento se separó.
Quisiera creer en que todo puede salir bien, que el reencuentro sea fructífero... ¿y uds.?

jueves, 15 de octubre de 2009

Single ladies?


Es tiempo de que la mujer exija lo que merece... y hombres... no piensen que son Uds.
Mujeres solteras... busquen hasta encontrar LO que las haga felices, no necesariamente tiene que ser un príncipe azul, puede ser un diamante.

:D

viernes, 2 de octubre de 2009

Santiago: ciudad de olores pasajeros


Cada rincón de esta ciudad deja algo dentro de mí. Algo que disfruto o detesto, dependiendo de la ocasión. Algo efímero, de corta duración pero cuando llega no pienso en otra cosa, que en mi querido Santiago.

Temprano en la mañana, dentro del metro, es donde más se prolonga esa sensación. Disgusto, porque no hay manera de escapar. Pero ese "algo", ese olor, es lo que lo caracteriza, y en ningún otro lugar lo encontraré. Pero como es pasajero, segundos después no recuerdo ni siento lo mismo de antes. Va subiendo y bajando gente, el olor ya no es igual. Tiene otras peculiaridades.

Bajando del metro, caminando por las calles, desde lejos lo huelo. Es maní confitado, que al igual que antes, por un momento fugaz lo disfruto. Siento que estoy en el estadio, en un concierto o un atardecer en el mar. El aroma me saca de la realidad y me transporta atravesando las fronteras de Santiago hacia lugares de infancia. Un aroma que trae recuerdos. Los recuerdos son una fracción en el tiempo, así también los olores.

Ese dulzón se mezcla más tarde con un fuerte olor a asado callejero. Humeante desde la esquina. Anticuchos a la parrila, tres por $1500. Y dentro de mí, los recuerdos aromáticos van quedando. Una mezcla un tanto desagradable, no son olores que combinen, pero de otra manera no sería Santiago.