sábado, 5 de septiembre de 2009

El perdón

¿Cuan dispuestos estamos a dar con tal de recibir?
¿Cuan dispuestos estamos a llorar con tal de reír?
¿Cuan dispuestos estamos a olvidar con tal de vivir nuevamente?
¿Cuan dispuestos estamos a trabajar con tal de soñar de nuevo?
¿Cuan dispuestos estamos a perdonar con tal de recibir un solo beso?
¿Cuan dispuestos estamos a equivocarnos con tal de aprender?

¿Podremos acaso perdonar, o eso debemos dejárselo a Dios? ¿Solo podremos disculpar?
De lo que estoy segura es que en ninguna de ambas, triunfa el olvido. Todo permanece intacto...solo que el polvo opaca un poco el esplendor del dolor, y crea la sensación de olvido. Pero apenas corra una brisa y se disperse el polvo, el brillo será exactamente igual al del comienzo. Pero ahora, sabremos mirarlo con otros ojos.

¡Luchemos por el aprendizaje diario que nos lleve a la madurez de nuestra constante infancia!

3 comentarios:

  1. yo concuerdo con la idea que plantéas, creo que existen ciertas cosas que nunca se podrán olvidar. Y cuando te das cuenta o piensas que están atrás... realmente siguen ahí sin que nada hubiera cambiado.

    Saludos...

    Siempreque tengo que disculpar a alguien lo único que digo es...

    Te disculpo, porque sólo Dios perdona.

    ResponderEliminar
  2. Estaremos dispuestos a hacerlo hasta que alguien esté dispuesto a hacerlo por nosotros... Y? Que al fin del día, es verdad eso de que siempre se aprende algo nuevo

    ResponderEliminar
  3. ¿Alguien te debe dinero?

    ResponderEliminar