Tiempo al tiempo

Te acabas de marchar y no dejo de pensar en tí. Y es que me has hecho tanta falta estos días que he tenido que conformarme con ver tu foto de vez en cuando o escuchar una desanimada voz de cansancio al otro lado del teléfono. Pasan los días de la semana y tu y yo hacemos nuestra vida, recordándonos, se supone, y amándonos a la distancia, y llega el fin de semana y lo que más quiero en la vida es besarte y quedarme a tu lado para siempre. Pero, desafortunadamente, las obligaciones opacan tu vida... y por ende la mía.

No sé si podré resistirlo mucho tiempo más. La carne es débil, y debes comprender que te necesito solo para mí a veces. Comprende eso y juégatela por mi amor.

Te amo, y te echo mucho de menos.

Yo